La formación en el ámbito de la salud se ha convertido en un desafío importante.

Obligados a utilizar costosos materiales y laboratorios presenciales, los centros formativos buscan otras alternativas más económicas y eficaces, como la realidad virtual.

Al verse reducidos considerablemente los costos de esta tecnología, y al aumentar su facilidad de uso, tanto el sector público como el privado han adoptado esta tecnología con resultados sorprendentes.

La realidad virtual traslada al usuario a un entorno artificial generado por ordenador. Al ponerse las lentes de realidad virtual el mundo exterior queda bloqueado y el usuario puede interactuar con el universo alternativo que se le presenta con total libertad.

Tras iniciar la aplicación en un PC o consola, la simulación virtual comienza al colocarse el usuario los lentes y familiarizarse con los controles de movimiento. Las lentes de realidad virtual funcionan como pantallas inmersivas cuyo objetivo es “engañar” al cerebro y hacerle creer que está viendo una imagen 3D de un nuevo entorno, que puede ser real o ficticio.

Para simular la profundidad de ese espacio se muestran dos ángulos ligeramente diferentes de una escena a cada ojo, y se adapta el contenido con diversos efectos como el paralaje, donde los objetos lejanos parecen ir más lento.

Además, se utilizan sensores específicos que permiten detectar los movimientos del usuario.

A diferencia de los universos sintéticos creados con la realidad virtual, la realidad aumentada (AR) superpone interfaces, simulaciones o imágenes generadas por computadora sobre el mundo real.

Un claro ejemplo de AR es el popular juego móvil Pokemon Go.

En este caso, el usuario capta el mundo a su alrededor con la cámara de su teléfono inteligente y la aplicación Pokémon Go superpone el juego Pokémon al entorno real del usuario, permitiéndole interactuar con este mediante su Smartphone.

• Capacitación y evaluación de cirujanos sobre procedimientos nuevos y realizados con poca frecuencia.
• Permitir la “exploración” de tecnología y técnica para que los profesionales de la salud puedan descubrir más rápidamente los procedimientos que son mejores para los pacientes sin necesidad de depender de viajes y conferencias.
• Ejercicios de desarrollo de la fuerza laboral para que los equipos de ventas de dispositivos médicos se conviertan en expertos en productos.
• Ayudar a los pacientes a atravesar procedimientos dolorosos o difíciles.
• Fisioterapia y rehabilitación.
• Tratamiento para trastornos oculares.
• Contar con instructores remotos, el cual posibilita la visualización de la simulación con otro visor para un seguimiento y evaluación de los usuarios.
• Escenificación de situaciones críticas que son difíciles de simular de manera presencial (paradas cardiorrespiratorias RCP, politraumatismos, complicaciones en el parto).
• Protagonismo directo del usuario (al ser él mismo quien maneja el visor y los controles) – learning by doing.
• Importante reducción de costes. No es necesario el uso de piezas anatómicas (de cadáveres humanos y de animales), ni de material ni de dispositivos médicos. No se necesita instructor, ni reservas de salas especializadas, y podemos utilizar las simulaciones todas las veces que queramos (no se gastan) por el mismo coste.